Biography:

Antes de quedarme fascinado por el cine, y de entrar a formar parte de su gran familia, en los primeros anos 70 me hice el callo trabajando como reportero gráfico para diferentes y famosas agencias de fotografía periodística. Agencias que, en la mitad de los anos 60, daban trabajo a muchos companeros míos. Pero incluso antes de esa experiencia respiré la atmósfera del arte y de la pintura italiana gracias a la colaboración con la revista IL POLIEDRO, que me permitió estar en estrecho contacto con los más famosos pintores, retratándoles en sus momentos de trabajo y privados. El encuentro, en PAESE SERA, con Pasquale Squitieri a mediados de los 70, resultó crucial para mi oficio. Además de establecer con él una relación de amistad, colaboré profesionalmente en su primera película como director titulada IO E DIO. Desde aquel día mi vida cambió y empezaron las sorpresas, las aventuras y los viajes. Fatigosa en algunos aspectos, pero nunca aburrida. Otro encuentro, igualmente importante para mi carrera profesional, fue con el amigo productor Ovidio Assonitis. Gracias a él entré en contacto con el llamado starsystem americano. Con nombres del calibre de John Huston, Harry Fonda, James Cameron, Glenn Ford, Sam Pechinpak y otros, que además de apreciar mi trabajo, me felicitaban por mi cocina a la italiana. A propósito de esto, recuerdo cuando Huston, durante el rodaje de TENTÁCULOS me llamaba y decía en una incomprensible pero simpática jerga ítalo-americana: Gianni, le tue fote soni arte ma gli spaghetti... wonderfoul!. Éste era el espíritu goliardesco que se respiraba en los rodajes aquellos anos, con respecto a los cuales, los actuales, son francamente un poco tristes.
Otro encuentro que todavía hoy recuerdo como un espectáculo en el espectáculo fue con Vittorio Gassman y Giancarlo Giannini en el rodaje de LO ZIO INDEGNO. Recuerdo sus mofas, los juegos y las bromas a las que toda la companía asistía encantada. Era el ano 1988, pero esas fotos, esas imágenes, siguen mostrando todavía hoy, a más de veinte anos de distancia, su auténtica vitalidad: la plástica y la mímica facial de ese fenómeno del espectáculo que era Gassman, revive en su auténtica humanidad en el ciclo de fotografías inéditas del back stage, expuesto con ocasión del 46 Festival dei Due Mondi de Spoleto.
El interés del público, tanto italiano como extranjero, hacia este tipo de imágenes, ha consolidado en mí el convencimiento de que se puede hablar de arte y de cultura a un público heterogéneo incluso a través de un único clic fotográfico.